No tienes que irte a Yellowstone o al Kruger Park en Sudáfrica para poder ver paisajes y animales espectaculares. El territorio nacional esconde muchos paraísos naturales que son vivienda habitual o de paso de muchos animales.
Además de ahorrar tiempo, dinero y gases contaminantes viajando a estas zonas, visitarlas hará que pongas en valor el patrimonio natural español, y que hasta apoyes empresas locales/rurales durante tu estancia.
¿Qué más razones puede haber para viajar a los siguientes lugares que te voy a describir? ¿Quieres embarcarte en este pequeño viaje conmigo? Allá vamos, sigue leyendo.
¿Qué vas a encontrar en este post?
¿No tienes con qué bichear en el campo? Echa un vistazo a esta guía de los mejores prismáticos del año
1. Parque Natural Sierra de Andújar (Jaén): No sabes lo que es amor a primera vista hasta que no has estado aquí
Tiene una extensión de más de 74.000 hectáreas, y la mayoría del parque forma parte de fincas privadas dedicadas a la caza mayor. Eso hace que pocas zonas puedan ser transitadas, pero también ha sido decisivo para la conservación natural de este emblemático parque.
La Sierra de Andújar acoge todo tipo de especies espectaculares y alberga el 48% de las aves presentes en España.
Algunos animales presentes en esta zona son el águila imperial, buitre leonado, buitre negro, águila calzada, gineta, gato montés, meloncillo, nutria o tejón. Entre los pájaros más pequeños que podrás encontrar: pinzón vulgar, trepador azul, escribano soteño, curruca capirotada, agateador común, colirrojo tizón, ruiseñor bastardo…
El paisaje vegetal presenta aspectos característicos de la flora mediterránea. Encinas, jaras pringosas y blancas, madroños, melojos, lentiscos, labiérnagos y retamas adornan la tierra. Son plantas fuertes que aguantan sólidamente la sequía estival de la zona.
El rey de todas las miradas desde hace años es el lince ibérico, el felino más amenazado del mundo, y que tiene en este paraje su población más numerosa, con 176 ejemplares (en la zona de Andújar-Cardeña). Especialmente en invierno, durante su época de celo, se pueden llegar a congregar más de cien bicheros en el mismo punto, todos pendientes de los movimientos de este felino.
¿Estás deseando de ver al lince?
Uno de los sitios más populares es la parte del Pantano de La Lancha. Antes del mismo pantano, hay una zona con grandes vistas abiertas en las que se multiplican las posibilidades de avistamiento de animales. El Pantano del Encinarejo también puede ser una buena opción. Allí también podrás avistar nutrias y distintas aves acuáticas.
Si te gusta observar el cielo nocturno, aquí podrás hacerlo a las mil maravillas. Y es que Sierra Morena fue declarada como Reserva y destino Turístico Starlight. Este título oficial acredita una calidad óptima del cielo nocturno para la observación del mismo y la práctica de la astronomía.
Cuando estás en la Sierra y deseas obtener más información, hay un Centro de Visitantes en el que ofrecen mucha información, y que actualmente es llevado por personas amantes de la naturaleza y con mucho conocimiento y experiencia de la zona.
En cuanto a alojamientos, hay varios, pero el que recomiendo para cualquier bichero es Villa Matilde. El sitio es muy bello y allí encontrarás también mucha información sobre la sierra. Los dueños también son unos apasionados de la naturaleza, tienen muchísimo conocimiento y hablan múltiples idiomas. Ah, por último y no menos importante: la comida está para chuparse los dedos, con productos de su propio huerto ecológico.
2. Alto Guadiato en Córdoba: paraíso estepario
El Valle del Guadiato es una comarca situada al noroeste de la provincia de Córdoba, formado por 11 pequeños municipios. El principal es Peñarroya-Pueblonuevo.
Este valle, ostenta el título de Zona ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves). Y es que el sitio está repleto de aves esteparias. Muchas veces entre tantas plantas de cereales es complicado distinguir a las decenas de pajarillos que vuelan sin cesar de un lado a otro. Si a esto le añadimos la similitud de color (arena clarito) que tienen las aves esteparias más pequeñas, ya tenemos un suculento reto creado (en verano hasta se camuflan con el color del trigo seco). No es de extrañar que algunas personas llamen cariñosamente a estos animales las aves del infierno, dada la dificultad en distinguir una especie de otra.
Calandrias, cogujadas, sisones, grullas, carracas, torcecuellos, alcaraván, alimoche, alcaudón común y meridional, colirrojo real, zorzal, buitrón, zarcero, ganga ortega, aguiluchos cenizos, y laguneros… La lista de animales es interminable.
Y como no, avutardas. Una de las aves más pesadas que es capaz de volar y alcanzar el cielo. Este pájaro es tan inmensamente bello, que pocas palabras podrían describirlo. Parece sacado de un libro de fantasía.
Durante la primavera su belleza se intensifica. La época de celo hace vestir a los machos de distintos colores en su plumaje, que destacan vivamente entre las plantas de cereal verde. Los bailes que realizan estas aves para atraerse es un espectáculo irrepetible.
Las avutardas se suelen ver en grupo, y a grandes distancias, por lo que es necesario visualizarlas a través de un telescopio si se quieren ver con detalle.
Al igual que el lince ibérico, esta ave está en peligro de extinción, a pesar de haber habido un aumento en el último censo del proyecto europeo Life Esteparias. En toda Andalucía hay alrededor de unas 470 según el último censo realizado.
El mismo proyecto Life ha señalizado dos rutas ornitológicas en las que podrás observar también otras especies interesantes como la collalba gris, ganga ortega, aguilucho cenizo o el sisón.
3. La Charca Suárez (Granada): oasis natural en mitad de la ciudad
Una dosis de surrealismo: varias lagunas naturales con cientos de aves en el centro de la urbe. ¿Quién lo hubiese imaginado?
La Charca Suárez, el humedal más importante de Granada, tiene casi 14 hectáreas y está conformado por diferentes lagunas permanentes a lo largo del año. El agua le llega a través del subsuelo por aportaciones del río Guadalfeo y otros acuíferos.
El sitio cuenta con cinco observatorios distintos y varios paneles informativos sobre el humedal, la fauna y la vegetación. Hay varios caminos que llevan a estos observatorios, donde se pueden observar a una distancia cercana distintas aves limícolas.
Es una zona idílica para observar de cerca la mayor parte de la biodiversidad que habita en zonas de humedales. Muchas de las especies que allí se encuentran están en peligro de extinción.
Algunas de las especies que se pueden ver son: avetorillo, garza real, zampullín, ánade azulón, cerceta común, aguilucho lagunero, calamón, pechiazul, bengalí rojo o malvasía.
Todas éstas y más usan las aguas de esta laguna para descansar, reproducirse y nidificar.
En este enlace encontrarás una guía de aves ilustrativa de la charca.
Es un sitio muy poco conocido y al que se le ha dado escaso valor, para toda la diversidad que ofrece. Su conservación ha sido posible gracias a personas ecologistas que han luchado con durante años contra las fauces de la construcción, y que han conseguido salvar este enclave natural.
La entrada a la reserva es totalmente gratuita, aunque hay un horario establecido de visita al público. Si quieres saber a qué horas se pueden visitar esta charca, pincha aquí.
4. Somiedo (Asturias): montañas que esconden tesoros
¿Quién no quiere ver un oso?
Es un animal tan mágico, voluminoso y a la vez tan difícil de ver…
Ha estado perseguido durante décadas como alimaña, por lo que es una suerte que todavía se encuentre en España.
Esta zona asturiana es óptima para el avistamiento de este animal, pues Somiedo alberga uno de los principales núcleos de oso de toda la Cordillera Cantábrica.
El Parque Natural de Somiedo se divide en 4 valles, en los que cada uno son surcados por un río distinto: los ríos Somiedo, Pigüeña, Valle y Saliencia. El clima de montaña continental, ha labrado un paisaje lleno de desniveles, pastos, ganado, bosques y cabañas típicas llamadas teitos.
La fauna de la zona es parecida a la que se encuentra en el resto de la Cordillera Cantábrica. De esta forma, el Parque Natural alberga a más de 180 especies distintas de vertebrados, entre los que encontramos grandes y pequeños mamíferos, aves, anfibios y reptiles.
La zona de bosque permanentemente sombría ha creado unas condiciones ambientales óptimas para la supervivencia de muchos animales. Por sus laderas escarpadas y espesos bosques se pasean especies en grave peligro de extinción, como el urogallo, el lobo o el oso.
Rebecos, jabalíes, venados, liebres de piornal, nutrias, zorros, martas, ginetas, el gato montés, tritones alpinos, lirones grises, distintas especies de murciélagos, o garduñas habitan los verdes valles de este paraje natural.
Pero no queda ahí la fiesta. Entre sus más de 120 especies de aves, podemos destacar: águila real, alimoche, azor, halcón peregrino, águila calzada, collalba gris, pico mediano, pito negro, perdiz pardilla, treparriscos, gorrión alpino, roquero rojo, acentor alpino, mirlo capiblanco y un sinfín más de aves espectaculares.
El Parque Natural de Somiedo tiene dos tipos de suelos diferentes: calizo y silíceo. Esto provoca que la mayor parte de los tipos de bosques asturianos se encuentren en este territorio. Los más abundantes son los hayedos, pero también hay bosques de robledales, o laderas húmedas llenas de pastos.
En definitiva, hay todo tipo de árboles interesantes como el roble albar, arces, tilos, acebos, tejos, abedules o encinas carrascales. Otras formaciones vegetales importantes en el Parque son los matorrales. En las zonas de suelo calizo son frecuentes las aulagas y brezales. Mientras que las áreas silíceas se visten de brezos rojos, brecinas, brezo blanco y arándanos.
5. Tarifa, zona número uno de migración de aves
Tarifa es una zona caliente (hot spot) de paso de aves. Un paraíso de la migración.
Es impresionante la cantidad de pájaros, tanto en número como en especies, que puedes observar en este sitio.
Por poner un ejemplo, puedes ver con mucha facilidad una veintena de especies distintas de rapaces (¡solo de rapaces!).
Por ello no es de extrañar que tantísimos amantes de las aves visiten con frecuencia Tarifa y vuelvan con el cuello dolorido tras horas mirando hacia el cielo.
Y es que la ciudad está situada entre dos mares y dos continentes de manera estratégica, siendo uno de los principales puntos de paso migratorios entre Europa occidental y el continente africano. Además la cercanía entre los dos continentes y la diversidad de ecosistemas (menos de 14 km) permiten a las aves reposar y comer antes de cruzar el estrecho en una u otra dirección, tanto durante el paso prenupcial (de enero a mayo) como en el postnupcial (de julio a noviembre).
Una pequeña lista de las aves que puedes ver son: cigüeña blanca y negra, abejero europeo, alimoche, milano negro, culebrera, águila calzada, aguilucho cenizo, gavilán, ibis eremita, pardela cenicienta, alcatraz atlántico, águila pescadora o alca.
Entre las zonas interesantes desde las que observar están los miradores de Algarrobo (este) y Cazalla (oeste), la playa de Los Lances, la isla de Tarifa, Palmones o Facinas.
A la hora de elegir el sitio, es recomendable tener en cuenta la dirección del viento: como norma general si sopla Poniente es conveniente elegir un observatorio situado al este, mientras que si hace Levante iremos al oeste.
¿Cuál es tu sitio favorito para bichear? 🙂